¿Le falta experiencia?

Por: Alfonso Castillo Ochoa

Entre tener años de experiencia y años de hacer lo mismo hay una marcada diferencia. Quien tiene experiencia se ha dado la oportunidad de analizar sus vivencias y ha puesto el fruto de ese análisis en nuevas metas. Parece el resultado natural del desempeño laboral, sobre todo del staff directivo, pero la gran mayoría de directivos caen en una trampa, en un gambito^[1] del ajedrez organizacional: la trampa de la actividad. No en balde advierte Stephen Covey: "una meta efectiva se centra primordialmente en los resultados más que en la actividad".

Definir metas da un significado y propósito a la actividad que desarrollemos. La trampa está en confiar en las reglas, en creer saber de antemano lo que hay que hacer, en la costumbre, en la rutina. La experiencia se va formando al planificar movimientos, diseñar escenarios y pronosticarlos, anticipar deficiencias de ese análisis estratégico al prever las mejores respuestas y, por lo tanto, mejorarlo. Esa experiencia facilitará encontrar mejoras a esos escenarios futuros.

Conforme adquirimos experiencia, requerimos pensar críticamente en las respuestas, en las acciones de nuestros oponentes, en nuestros competidores. En plural, ya que habremos de tener varios encuentros contra diferentes contrincantes antes de considerar que hemos entendido cómo manejarnos en determinados escenarios. No podemos confiar en ganar siguiendo reglas preestablecidas, porque las reglas no prevén todo los casos. Ese problema que enfrenta su empresa no ha sido previsto por reglas. Y si así fuera, son esas reglas las mismas fórmulas de su competencia.

Aunque aprendemos atendiendo las mismas reglas, es la excepción a las reglas lo que marca nuestro grado de expertis. "Las reglas no tienen en cuenta el genio"^[2]. En la segunda parte de este artículo señalaré otros aspectos concretos para adquirir experiencia a través del ajedrez: empatía, pericia, visión, aprecio instintivo de la complejidad y sobre todo: ¡trabajo en equipo! Mientras tanto, ¡juegue ajedrez! Fortalezca su actitud y espíritu de competencia. Aprenda a manejar situaciones comprometidas y, si se encuentra en desventaja, aprenda a mantener la calma y enfrente nuevos riesgos, haga concesiones, planteé retiradas estratégicas, ¡no se deje vencer!

Fomentar el ajedrez en su organización, es fomentar el desarrollo de la alta capacidad sistémica de su personal, rasgo esencial y factor de diferenciación del nivel competitivo de su empresa.

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[1] GAMBITO es un vocablo español que implica trampa, un sacrifico de un peón (la mayoría de los casos) a cambio de otro tipo de ventaja, comúnmente: desarrollo.

[2] Karl von Clausewitz, Gran Maestro Alemán de estrategia de guerra.